Formación en el Parque
Formación en el Parque.
Nada los detiene, corren encima del césped detrás del balón que por momentos se conforma con las patadas recibidas, y solo les motiva pensar en el premio de ser el goleador.
El Sol radiante en pleno mediodía marca una aguja en estrecha relación con la otra. El sofocante calor emite señales de cansancio desoído por la adrenalina que parece emanar del recorrido del balón. Tal vez, ante la inexistencia de una hormona que en su interior le impulsa.
Ante lo cual debe ser más bien una estrecha relación con la desbordante capacidad entre cuerpo y alma, que sólo permite se puedan alcanzar logros desde la racionalidad conjugada con una pasión característica de quienes perciben al juego, como una vinculación entre lo que se tiene y lo que se desea.
En cualquier circunstancia el Parque asume que aquellos no niños escuchen a otros, mucho más atrevidos, que cual “voladores de Papantla”, insuflan a sus movimientos energías como para estar al alcance de todos. Sin percatarse del vuelo que otros realizan fortaleciendo a los suyos.
Los gritos hablan de vida en un ámbito, que merodea ideas inconclusas, festín, composición y algarabía. Desorden colectivo generando satisfacciones y un cansancio superado por las ganas de compartir.
El Parque es en esencia entorno formativo con maestros, mentores o facilitadores que sin aparente estudio asumen roles de forma mágica, que les permite valorar que se está aprendiendo con otros, impulsados por las ganas de ir más allá de sus propios límites.
La Formación en el Parque constituye una esperanza para que los padres y familiares interactúen con ellos, asumiendo el papel de niños. Siendo originales en voces, gestos, impulsos, aspiraciones, sueños.
En la medida actuemos con la mayor naturalidad ante el ambiente, mejor serán los aprendizajes para todos. Que es en efecto el fin último de una experiencia al aire libre, en relación directa con otras maneras de visualizar rutas de entendimiento.
Las reglas allí son a semejanzas de las formas como cada quien las asuma. En el desacuerdo van apareciendo momentos de aceptación de algunas. Sólo para que los eventos se realicen en armonía, más que por leyes o modelos. Que además nadie quiere.
Ellos son las reglas, los modelos, los mejores jugadores, los artistas de un cuadro que adquiere lo hermoso del ambiente como escenario ideal. Los árboles respiran igual que ellos. Los animales son vistos en cautiverios y al natural. La comida compartida adquiere otros sabores.
El arcoíris anuncia el espectáculo multicolor de la vida. El agua del riachuelo barquitos de papel hasta el mar les conducen. Las flores asemejan al arte de las abejas en su polinización. Los cuentos contienen palabras jamás escuchadas. La canción tiene el resumen de la armonía del color. El payaso muestra su nariz enrojecida y las manos embolsilladas, para sorprender en caramelos. La brisa refresca toda la escena, convirtiendo en invierno lo que de primavera era.
El sonido en algarabía nos recuerda que en el Parque tenemos al mejor maestro, la vida.
Astudillo’s Group.
